Hoy estoy haciendo la colada y he pensado en pasarme por casa de mi madre a la hora de comer. Hago pan, para comer en el autobús. Y de repente... El timbre de la puerta sonó. Descuelgo el teléfono y tengo a mi madre en la línea diciendo: "Puedo subir las escaleras e ir a casa". Creo que está bien. Esa fue una corta pijamada.

Ahora mi padre ha ido a buscarla, y volverá del hospital en condiciones.

Adiós querido doctor, hasta la próxima.

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