A las 4:30 de la mañana sonó la alarma. Tras un largo viaje en coche, llegamos al valle de Antón. Allí fuimos al zoo, que fue muy agradable. Después de comer, visitamos al indio durmiente. Se trata de un paisaje montañoso con la forma de una joven india dormida que, según la leyenda, se había enamorado de un apuesto español.

La Leyenda:

Luba, una mujer rebelde, hija menor de un cacique local, se enamoró perdidamente de uno de los soldados españoles que sometían a su pueblo, despreciando el amor de Yaraví, un valiente guerrero que la amaba con el alma. Este, al sentirse despreciado, puso fin a sus días.

Al darse cuenta de su error, arrepentida y muy triste, decidió no traicionar a su pueblo; renunció al amor y vagó desesperada hasta caer rendida sobre la verde sabana, donde murió. Tendido en el suelo, el cuerpo de la hermosa joven tomó la forma de una montaña. La leyenda de Luba está presente en la memoria de las comunidades que viven hoy en el entorno de El Valle, siendo además un importante referente geográfico para sus habitantes.

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