Había planeado coger el autobús para ir a la oficina. Pero al salir de la iglesia, caminé con un amigo. Después de que nuestros caminos se separaran, aún quedaba mucho tiempo para hacer fotos. Puede que llegara a la oficina una hora más tarde, pero este día empezó lleno de energía. Así es como cada día es un regalo de Nuestro Señor.

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